Ante la eventual derrota total de este grupo yihadista que está escondido en una pequeña población, comenzaron a salir civiles y combatientes para su rendición
En dicho país rige un sistema de tutela masculina.
Las familias de los combatientes del Estado Islámico tratan de huir de su último bastión en Siria, la localidad de Baghuz. "Sólo quiero volver a casa para tener a mi hijo", dice una británica de 19 años. Más de 500 niños europeos han nacido en familias del pseudocalifato.
Aprovechan las ayudas sociales por carecer de empleo; alguno las ha llegado a cobrar incluso después de morir combatiendo en Siria.
Escapar era prácticamente imposible, entre otras cosas porque el castigo si los pillaban era latigazos, hambre, golpes, mutilaciones de orejas o nariz y quemaduras en brazos y piernas, aparte de que la deportación masiva de poblaciones enteras permitía a los turcos romper todo vínculo de los prisioneros. ¿A dónde iban a huir si su hogar había sido destruido y sus familiares dispersados o exterminados?